Cuando enfermamos, es común sentirnos indefensos y nos bloquemos ante dicha
situación. Podemos dar muchas recomendaciones a conocidos o familiares, sin
embargo cuando se trata de nosotros nos quedamos en blanco y somos vulnerables.
Está comprobado científicamente
que muchas enfermedades que son tratados por la medicina occidental mediante
productos químicos o cirugías, pueden ser curadas naturalmente, estimulando a
la persona hacia un estado mental positivo, y superando su crisis. La mente es
energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más
poderosos que la química
Daremos a
continuación cinco importantes recomendaciones para aprender a curarse con
la mente.
1- Centra toda tu atención en el momento
presente. El mayor obstáculo emocional es adelantarte a los acontecimientos. Objetivamente
nadie puede saber qué pasará mañana. Por lo tanto, en aquellos momentos en
que algo te provoque angustia, busca una ocupación que requiera toda tu
atención, El primer reto es romper con el diálogo interior destructivo que
surge cuando reducimos toda nuestra vida a la enfermedad; eso lo conseguimos
realizando planes que te saquen de ti mismo. Ante cualquier enfermedad, lo más importante es obtener toda la información de si misma y enfocar las posibilidades de curarse con una actitud positiva en todo momento.
2. La actitud
primordial es la del optimismo como forma de curación natural y efectiva.
Ante la adversidad declara: "Me encuentro enfermo y no lo puedo evitar,
pero tengo fuerzas para luchar y no me rendiré ante esta enfermedad. Me sanaré,
porque debo realizar muchas cosas
importantes aún en la vida y no permitiré que este obstáculo cancele mis
metas".
3. Prefiera
extender su optimismo a pequeñas metas que le sean más fáciles de alcanzar y
que no lo defrauden en ningún momento. Esto permite que su confianza se
fortalezca en el proceso y que pueda avanzar hacia metas de curación más
importantes. Alguien que está enfermo puede
recuperarse más rápido si posee un pensamiento positivo, y como alguien que
posee un pensamiento negativo tarda mucho más tiempo en recuperarse,
incrementando, de hecho, su debilidad o afección.
4. No se imponga metas
de curación desproporcionadas a la realidad; es imposible lograr la sanación
de una enfermedad de la noche a la mañana por muy grande que sea su poder
mental. Toda manifestación requiere de un proceso interno que en forma
paulatina se va materializando. No seas exigente contigo mismo, sé flexible.
Aprende a tratarte exactamente como tratarías a tu mejor amigo, a quien
aprecias, respetas y valoras de verdad.
5. Celebra cada pequeña mejoría que vas teniendo, para ello, puedes
hacerte un regalo a ti mismo como por ejemplo compartir algo que te guste
mucho o hacer un plan con el que de verdad disfrutes. No seas exigente
contigo mismo, sé flexible. Aprende a tratarte exactamente como tratarías a
tu mejor amigo, a quien aprecias, respetas y valoras de verdad. Aprende a
decirte frases fortalecedoras. Cuando tengas miedo, interioriza el siguiente
mensaje: “Todo irá bien”.
5- El optimismo
cura, esto ayuda al cuerpo a generar un sistema inmunológico más fuerte.
Además de mantener una actividad en todo momento, el cual aleja el cansancio
y el cuerpo se sentirá cargado de energía en todo momento. La fé es algo que
no podemos ver, pero percibimos su manifestación; es un elemento
imprescindible que origina una actitud positiva y entusiasta, logrando así
que la persona supere el flagelo de una enfermedad.
Alguien que está enfermo puede
recuperarse más rápido si posee un pensamiento positivo, y como alguien que
posee un pensamiento negativo tarda mucho más tiempo en recuperarse,
incrementando, de hecho, su debilidad o afección.
En realidad, tú puedes
comprobarlo por ti mismo si comienzas a enfocar un pensamiento positivo sobre
alguna área de tu cuerpo que te moleste. Ni la ciencia podrá convencerte del
poder sanador que posees si tú no comienzas a experimentarlo y lo pones en práctica
por ti mismo.
Dato Urbano.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario